Este artículo explora las diferencias entre las cetonas exógenas y endógenas, detallando cómo ambos tipos sirven como combustible para el cuerpo, particularmente durante la restricción de carbohidratos.
Las cetonas son compuestos orgánicos que se producen cuando el hígado descompone las grasas. Pueden servir como una fuente alternativa de energía para el cuerpo, especialmente durante períodos de baja ingesta de carbohidratos o ayuno.
Hay dos tipos de cetonas: exógenas y endógenas. Las cetonas exógenas son aquellas que se ingieren desde una fuente externa, como suplementos o alimentos cetogénicos. Las cetonas endógenas, por otro lado, son producidas por el propio cuerpo durante el proceso metabólico de descomposición de grasas.
Las cetonas exógenas a menudo se comercializan como una forma rápida de aumentar los niveles de cetonas en la sangre sin tener que seguir una dieta cetogénica estricta. Vienen en varias formas, incluidos sales de cetonas y ésteres de cetonas, y se pueden consumir como parte de un régimen de rendimiento deportivo o por beneficios generales para la salud.
Aunque las cetonas exógenas pueden ayudar a elevar temporalmente los niveles de cetonas en sangre, sus efectos a largo plazo y su efectividad para promover la pérdida de peso o el aumento de la resistencia aún no se han establecido completamente.
Las cetonas endógenas son producidas naturalmente por el cuerpo cuando la ingesta de carbohidratos es baja, y el cuerpo recurre a las reservas de grasa para obtener energía. Este proceso se conoce como cetosis. El cuerpo entra en cetosis cuando las reservas de glucógeno se agotan, lo que lleva a la descomposición de ácidos grasos y la producción de cetonas como subproducto.
El cerebro es un gran consumidor de cetonas y puede obtener una energía significativa de ellas, lo que ayuda a reducir la dependencia de la glucosa. Esto puede ser particularmente beneficioso durante el ayuno o dietas bajas en carbohidratos, donde la función cerebral y los niveles de energía podrían declinar sin suficiente glucosa.
Al momento de elegir entre cetonas exógenas y endógenas, deben considerarse varios factores:
Tanto las cetonas exógenas como las endógenas pueden desempeñar un papel significativo en el metabolismo energético, particularmente en condiciones de baja disponibilidad de carbohidratos. Si bien las cetonas exógenas pueden ofrecer beneficios a corto plazo, centrarse en una dieta cetogénica para promover la producción de cetonas endógenas puede ofrecer beneficios de salud más sostenibles.