Este modelo mental explica el concepto de cobertura y su importancia en las estrategias financieras dirigidas a alcanzar la libertad financiera.
La cobertura es una estrategia de gestión de riesgos que implica adoptar una posición opuesta en un activo relacionado para reducir el potencial de pérdidas en una inversión. Se puede ver como una póliza de seguro contra las fluctuaciones del mercado. El objetivo principal de la cobertura es proteger las inversiones y asegurar la estabilidad en un portafolio de inversiones. Los métodos comunes de cobertura incluyen el uso de opciones, contratos de futuros y diversificación. Al utilizar estas técnicas, los inversores pueden salvaguardar sus activos de movimientos de precios adversos, mejorando así la seguridad financiera y allanando el camino para lograr la libertad financiera.
Cubrir no se trata de eliminar el riesgo; se trata de gestionarlo de manera efectiva.